Esta norma, aplicada desde años en numerosos países de la Unión Europea y sólo desde junio del 2013 en España, obliga a todos los propietarios que quieran vender o alquilar, con una duración superior a cuatro meses, a disponer un certificado energético del inmueble.
Éste es un informe de varias páginas con abundante información sobre la orientación, la situación, la envolvente, la iluminación y los sistemas de producción de energía del inmueble.
Este certificado debe ser expedido por un arquitecto colegiado y disponemos de un convenio con empresas que se lo facilitan a nuestras clientes a precios muy competitivos.
En la primera página del certificado energético encontramos los datos generales del inmueble, además de los datos del técnico que lo certifica. En la parte inferior nos encontramos con la calificación energética global del edificio, en términos de emisiones de dióxido de carbono liberado a la atmósfera, expresada en una escala de la A a la G.